Mi frase rectora

"Sabemos lo que somos, pero no lo que podemos llegar a ser"
William Shakespeare

domingo, 15 de noviembre de 2015

ASOCIACION CULTURAL “HUAJSAPATA”



Mario Ramos Tacca


El Grupo Cultural "Huajsapata" y docentes de Comunicación
El último viernes 13 del presente, el áreade Comunicación de la I.E.S “Nuestra Señora de Alta Gracia”de Ayaviri, recibió la grata visita de un grupo de intelectuales puneños, integrantes de la Asociación Cultural Huajsapata de la Ciudad Lacustre con el objetivo de llevar adelante una conferencia sobre Literatura Regional. La actividad que se desarrolló en coordinación con los docentes del área y la mencionada asociación, esta vez, contó con la presencia de destacados representantes de la poesía puneña actual: Filonilo Catalina y Alexander Hilasaca, que convocó a estudiantes del cuarto y quinto grados, quienes tuvieron la oportunidad de escuchar un nutrido programa que abordó contenidos relacionados al tema antes mencionado.

En un primer momento, se tuvo la participación del consagrado poeta coaceño Filonilo Catalina, seudónimo de Luis Rodríguez Castillo, quien disertó temas relacionados a la comprensión lectora y el razonamiento verbal como elementos esenciales para la creación poética. Asimismo, el joven poeta Alexander Hilasaca, quien haciendo gala de su agudeza de pensamiento, desarrolló temas relacionados a la lectura y a los fundamentos filosóficos y sociológicos de la poesía como producto humano, hizo también una mención especial sobre el lenguaje obsceno como recurso de creación poética y de la literatura de aquellos escritores consagrados de la región que posicionaron a Puno en un pedestal prestigiado dentro del país y Latinoamérica. Seguidamente, se apreció el discurso de Leo Cáceres, joven promotor cultural, quien desde su óptica panhispánica centró su exposición en temas de lectura, cultura y literatura desarrolladas entre Puno y España como parte de las experiencias vividas en esos lares durante un buen tiempo de convivencia en el extranjero.

Ese primer segmento teórico, estético y de exégesis de la poesía actual, estuvo muy bien matizada por un bloque dedicado al recital y la lectura de poemas de su autoría y de aquellos que vienen sobresaliendo de forma exitosa con sus trabajos en el competitivo panorama de las letras peruanas. Y como si eso fuera poco, la jornada pudo complementarse con un riquísimo ciclo de preguntas, inquietudes y diálogos planteados por los estudiantes y docentes que participaron de esta magistral conferencia.

No obstante, también se pudo apreciar los diferentes trabajos editoriales que viene produciendo este equipo de personas, a través de la Editorial “Rupestre”. Entre los más relevantes se encuentran la Revista “Escribidores” de corte netamente literario, los poemarios: “La estación de las moscas” de Edgar Pacompía Belizario y “El llanto/El fuego” del poeta limeño Juan Cristóbal, por citar solo algunos de reciente edición. Y como si eso fuera poco, la caravana también ofreció material escolar de razonamiento verbal y comprensión lectora a precios al alcance del bolsillo del estudiante. Acto que de por sí relieva la tarea desarrollada y la calidad de personas que la vienen fomentando, pues persiguen un propósito muy bien definido: popularizar la producción bibliográfica especializada y hacer de la literatura un insumo al alcance de las grandes mayorías en nuestra región.

Finalmente, concluimos diciendo que la presencia de este grupo de intelectuales dedicado a la literatura, pudo despertar e inspirar el gusto por la poesía, la narrativa y el teatro entre los asistentes. Hecho que, además, nos permitió trabajar los contenidos del currículo abordando los temas de aprendizaje significativo junto a los principales protagonistas de la poesía y literatura puneñas. Tal y conforme lo recomiendan Las Rutas del Aprendizaje y el Enfoque Comunicativo Funcional para el desarrollo de las capacidades y competencias comunicativas en el área de Comunicación.





 

sábado, 12 de septiembre de 2015

EL CONTENIDO DOLOSO EN LOS MENSAJES PUBLICITARIOS



Mario Ramos Tacca

“Fumar es dañino para la salud” o “tomar bebidas alcohólicas en exceso es dañino” solo es una muestra evidente de lo que ofrece la publicidad escrita, radial, televisiva y la Internet dolosas en nuestros días. Tal vez apelando a ley de las contradicciones, estos mensajes muestran una clara tendencia persuasiva hacia el consumo de productos para satisfacer diversa necesidades humanas.

¿Qué de cierto habrá en todo esto? En un contexto de fuertes dudas, desilusiones comerciales y embauques globales; al consumidor, le queda desconfiar de todo, hasta de su propia sombra. Sin embargo, las empresas publicitarias y las marcas de productos han ideado nuevas formas de embolsillarse esa tenue desconfianza y atrapar al consumidor bajo reglas comerciales antiéticas. Señala Antonio Núñez, autor del libro La estrategia del pingüino (2011): "El cambio en la publicidad no sólo es una cuestión de dinero, sino de crisis de valores, ha habido un desplazamiento de la confianza y los mensajes hoy llegan filtrados por los círculos personales de cada uno". Entonces, para ganar nuevamente la confianza del consumidor, estas hábiles mentes de la industria publicitaria se reconectan con el consumidor manipulando las relaciones interpersonales, su emocionalidad, su inteligencia y su sentido del humor a su libre albedrío.

En algún momento la televisión nos ha hecho ver el siguiente comercial: “Mira el lado Coca-cola de la vida”. Sin duda la calidad del producto es otro detalle que a cualquier productor y publicista no se le pasaría por nada a la hora de capturar la atención del consumidor, aunque en verdad el producto desdiga mucho del sentido exacto de esa palabra. Estos contenidos dolosos que tienen una característica viral por su rápida propagación, son tendencias que intentan influir con mensajes de persona a persona. Nadie podrá negar la tremenda influencia que ejerce la publicidad televisiva en la gente: “Quiero Pizza Hut como hoy vi en la tele” dirá alguien a la hora de salir a comer con la familia, “esa cerveza te trae mucha suerte con las mujeres bonitas” dirán algunos entusiasmados por beber una determinada marca de cerveza el fin de semana, “yo quiero ropa de Saga Falabella” o “¡qué bien trabaja esta autoridad de la mano con su pueblo!” dirán otros que aprecien un tríptico elaborado por el departamento de imagen de una comuna edil. En fin, son muchos los casos patéticos que se podrían ofrecer como ejemplos de la industria publicitaria y de personajes públicos que utilizan esta estrategia para ganar adeptos.     

Con este sebo, los publicistas atrapan al cliente, y los productos a través de la publicidad posicionan el bien o servicio en la mente del consumidor provocando el acto del consumo, es decir, la adquisición del producto en el mercado de bienes y servicios. Sin embargo, es necesario anotar que esta provocación dolosa tiene mayor influencia en las poblaciones vulnerables. Vulnerables en el sentido de que éstas no gozan de una buena formación académica y/o carecen de sentido crítico y falta de procesamiento de la información relevante frente al fenómeno del consumo a través de la publicidad (García Sais, Fernando 2007)

En el Perú, es necesaria una reglamentación  o un código de ética que regule las transgresiones cometidas por los publicistas y empresarios comerciales, si éstos existen, no son nada eficientes, al contrario son cómplices de los bombardeos publicitarios engañosos que enajenan la mente de las personas. En nombre de ello, no es aceptable que se manipule la frágil conciencia de la niñez que es la población más sensible y crédula de la sociedad para lograr los objetivos económicos empresariales. Tampoco es aceptable, en estos tiempos, jugar con las dolencias y padecimientos del hombre, las diferencias y creencias de las personas, menos con su rasgo cultural y lingüístico. A lo mejor los actores sociales deben mostrar un poco más de tino ético y sensurar esta avalancha de comerciales y mensajes políticos dolosos que degradan la condición del ser humano.

Así, éste parece ser es el cuello de la botella de la publicidad y el discurso político engañoso. “En general, los hombres juzgan más por los ojos que por la inteligencia, pues todos pueden ver, pero pocos comprenden lo que ven” decía Nicolás Maquiavelo en su libro “El Príncipe” del siglo XV. Tal vez este pensador italiano nunca se equivocó al percibir que todo político debía obrar con tal perspicacia que el mejor usurpador, es el que mejor llega a lograr sus objetivos dentro de una sociedad. Los políticos de todos los tiempos han demostrado ser fieles seguidores de Maquiavelo en sus discursos demagógicos.

Retomando, es justamente la población vulnerable la que se convierte en foco de atención para recibir el bombardeo publicitario doloso. A juzgar de la niñez, son los juguetes que desvirtúan sus reales funciones ofrecidas en la publicidad engañosa. Es más, si de alimentos y bebidas se trata, ahí están aquellos que exageradamente ofertan resultados de los cuales la ciencia no puede dar fe. Ni qué decir de los medicamentos de dudosa procedencia que prometen curas milagrosas, desempeño sexual excepcional, obesidad, calvicie, cicatrices, hemorroides, enfermedades terminales, etc.

A continuación, se presentan un conjunto de casos que pueden corroborar lo que se viene diciendo acerca del contenido doloso del mensaje publicitario. “Yo era un cerdo gordo”. Es la típica muestra de seducción psicosomática del hombre que aspira tener un cuerpo esbelto y fortachón que atraiga las libidinosas miradas del sexo opuesto. Cualquier persona que tenga un concepto errado de la contextura física, tranquilamente caería en este seductor juego de palabras y no dudaría en ubicar el producto que convierta su cuerpo en una atlética figura hercúlea a cualquier costo.   

No consumas Coca-cola, pues financia las guerras y proclama la destrucción del mundo, pensarían algunos ingenuos al ver la imagen. Sin embargo, la realidad muestra casos realmente sorprendentes: “Si me invitas una gaseosa que sea Coca-cola o nada” dice alguna enajenada dama presumiendo decencia y decoro finos en sus gustos. Es más, tal vez la situación del empedernido bebedor de ron rubio no se vea estimulada si su copa de ron no lleva Coca-cola, limón y hielo. En realidad, son aspectos que contravienen a todo deseo de concordancia entre forma de pensar, actuar y vivir.

Un caso de flagrante delito es el que se observa en la coima. La coima es sensurada por ser un acto delictivo en la persona que lo practica. Podemos ver los avisos publicitarios no solo pegados en los muros de una decente oficina pública o privada, sino que también difundida por todos los medios de comunicación. La realidad nos muestra que a diario se denuncian delitos de esta naturaleza por coima. En la práctica, pareciera que si se desea celeridad en los trámites burocrático en una determinada entidad, recurrir a este artificio que por cierto funciona a las mil maravillas a la hora de ejecutarla es una gran solución. Sin embargo, los avisos y la publicidad de advertencia una vez más caen en saco roto. La sociedad se bate entre los márgenes más degradantes de la moral y la ética, pues este anuncio es tan solo una aparente lucha contra la corrupción en los organismos públicos y privados.

Finalmente, a modo de conclusión se bebe tener en cuenta que el panorama actual de la cuestión, sugiere destacar que: no existe un organismo eficiente que vele por el ejercicio de una publicidad ética y prevenga la difusión de publicidad engañosa y sancione, además, a los infractores que incumplan con los deberes éticos. La empresa publicitaria afecta la formación psicológica de la población infantil, los enfermos, etc. Del mismo modo, es reprochable que la empresa publicitaria abuse y se valga de la buena fe del consumidor para hacer de ellos su presa fácil y explotarlos a través de las prácticas comerciales engañosas y abusivas. Concluyendo, no será errado mencionar que es éste el contenido subliminal que subyace a la comunicación publicitaria de cualquier índole.


 

viernes, 11 de septiembre de 2015

FIESTA DE LA CRUZ EN EL “FUNDO TUKULLI”



Mario Ramos Tacca


EL FUNDO TUKULLI.- El Fundo Tukulli es el principal Centro de Producción Agropecuario con que cuenta el Instituto Superior de Educación Público “Ayaviri” ISEP”A”. Ubicado a 5 kilómetros dirección noreste de la ciudad de Ayaviri, el fundo se encuentra a una altitud de 3, 999 m.s.n.m. según datos proporcionados por el GPS del ingeniero Néstor Marca de la DREP. La totalidad del área cuenta con aproximadamente 184 hectáreas de extensión y 10 hectáreas de terreno con riego en cuyo suelo se desarrolla la crianza y manejo de ganado vacuno, ovino, camélidos, cuyes y parcelas destinadas a la horticultura y la siembra de papas con fines didácticos para el aprendizaje y práctica de los estudiantes del área técnico-productivo.  



TOPONIMIA.- Indagando acerca de la toponimia del lugar, nadie conoce con exactitud el origen del topónimo y menos tienen recuerdo de su significado. El diccionario quechua de Diego Gonzáles Holguín (1952) registra una entrada: “Ttukulli” con el significado “El ayrado de repente, enojadizo”. Don Patricio Tuni, vecino y poblador de la zona comenta que el nombre Tukulli proviene del quechua “término, terminar”. Sin embargo, explica que el lugar anteriormente llevaba el nombre: Cabaña de Sach’a Kancha que posteriormente adopta el nombre transplantado de Tukulli K’uchu, que es el nombre de una cabaña ubicada a poco más de dos kilómetros cerro arriba perteneciente a la Hacienda de Qhisqha. El fundo, colinda y está rodeado por los cerros K’uchuchuni, Pukakancha y Monteruni, por cuyas quebradas discurren las aguas de los ríos Tukullimayu y el río Punkupunku.



VENERACIÓN Y FE POR LA CRUZ DE TUKULLI.- Revientan los primeros cohetes y es señal de que la cruz ha vuelto de Ayaviri y la fiesta de veneración se inicia. Doña Gabina Chayña de 74 años, pastora de ganado, menciona en quechua que en la zona se veneran dos cruces importantes ubicadas en las partes más altas de los Apus que desde tiempos antiguos convocan la fe y devoción de los pobladores en el mes de mayo. El Apu mayor sostiene en su cima las Tres Cruces de Yunkanaki y el Apu menor, Monteruni, sostiene la Cruz de Tukulli, que es una pequeña explanada ubicado a 4, 056 m.s.n.m. en las faldas del mismo cerro.



LOS ALFERADOS.- El presente año, han sido la Dirección General y el Área de Producción del ISEP”A” – Fundo Tukulli, los alferados principales encargados de organizar la fiesta de veneración a la Santísima Cruz de Tukulli. Como cada tercer sábado del mes de mayo, los diferentes estamentos institucionales renuevan su fe a la sagrada Cruz y le rinden homenajes con actos tradicionales y litúrgicos que imploran las bendiciones y milagros no alcanzados en fechas anteriores. El significado de la Cruz atrae la fe de todos los habitantes de lugares aledaños a Tukulli.



Comentando sobre el caso, dice el antropólogo José María Arguedas: “Sobre las colinas, en la cima de los cerros próximos  a los pueblos, la luz del atardecer también ilumina la cruz grande que los indios ponen de vigía y de protectora de las tierras y de los pueblos”. Asimismo,  explica sobre sus características: “… por que la gran cruz es el símbolo y la muestra del pueblo mismo; para eso la subieron hasta la cumbre. Esa es la cruz calvario, la cruz máxima; pero a la salida de los caminos, en el canto del pueblo, con su sudario de tocuyo o de imperial, otras cruces pequeñas pintadas de verde o amarillo, marcan el inicio o el fin del camino […] En la fachada de las iglesias, de los pueblos pequeños, siempre se ve una cruz grande apoyada sobre la pared; éstas son las cruces completas, con su escalera, su gallo, sus dados, el martillo y la tenaza, los guantes, la copa de vinagre, el sudario, la túnica y la lanza de Judas …” (Indios, mestizos y señores, 105:1985).
Vista panorámica del Fundo Tukulli

El licenciado Miguel A. Mendoza Loza, director general y alferado dice que: “la veneración de la Santísima Cruz de Tukulli es un acto de fe y devoción que convoca a docentes y toda la familia institucional a poner de manifiesto su creencia en este símbolo religioso católico para fortalecer los destinos de la institución y que abunde las bendiciones para todo el personal en el plano laboral, familiar y social”. Por su parte el ingeniero Jhon Cervantes Tapia, jefe del área de producción del Fundo Tukulli, reconoce que “no se tiene un santo o santa patrona institucional, pero que la Cruz de Tukulli hace las veces, por ello es necesario cumplir con este acto de veneración, pues en la institución se cuenta con varias celebraciones religiosas y la Festividad de la Cruz de Tukulli es una de las mayores”.

El licenciado Rómulo Sullca Tito, profesor del área de Comunicación, menciona que “la Cruz de Tukulli significa un ícono religioso de espiritualidad de acuerdo a la fe católica, por lo tanto, requiere de un despliegue de reconocimiento de cristiandad y como símbolo religioso unifica a toda la familia institucional y fortalece los vínculos de acuerdo a la religiosidad andina”.

LA FE RELIGIOSA INTEGRA A LOS DEVOTOS EN UNA SOLA FAMILIA.- Amanece el sábado 19 de mayo. Los alferados principales, prevén hasta el último detalle para llevar adelante la fiesta de veneración a la sagrada cruz. Este Acto de fe religiosa católica ha tocado las fibras más sensibles de sus devotos. La ingeniera Sigmarina Ñaupa se ha encargado de amadrinar el nuevo sudario de la cruz. Este año es de color blanco y bordado con hilos dorados donde se lee: “Santísima Cruz de Tukulli, bendice a tus devotos”.

Esta vez, como cada año, la cruz ha bajado de su altar en Tukulli y es llevado para escuchar la misa devocional y recibir la bendición a la Capilla Virgen de la Candelaria, en las faldas del cerro Qulqiparki en Ayaviri.

La Fiesta de la Cruz tiene aproximadamente unos 18 años de haber sido instaurada su veneración. Fue el profesor Miguel A. Huamán Huallpa, segundo director con mayor permanencia en el cargo del ISEP”A”, quien oficializó institucionalmente su veneración, recuerda la señora Filomena Atamari, secretaria de dirección del Instituto.

EL PROGRAMA GENERAL DE CELEBRACIONES.- Sea cual fuere el tiempo trascurrido, esta festividad convoca a los fieles devotos a poner de manifiesto su fe al símbolo religioso católico más importante que tiene el instituto. De modo que, el procedimiento de las celebraciones arranca a las 8:00 a.m. y sigue los siguientes pasos:

  1. Misa de solemnidad. 8:00 a.m.
  2. Devolución de la Cruz al Fundo Tukulli. 9:00 a.m.
  3. Subida de la Cruz a la explanada en el Cerro Monteruni. 11:00 a.m.
  4. Ceremonia del K’intu a la Cruz con vino y coca. 11:30 a.m.
  5. Ch’alla a la Pachamama por los alferados. 12:00
  6. Informe de recibimiento de la Ch’alla a la Pachamama.
  7. Abrazo de “Buena hora” a los alferados.
  8. Rezo del Padre Nuestro.
  9. Sahumado a la Cruz con mirra e incienso. 12:45 p.m.
  10. Colocación de la Cruz en el altar y adorno con flores.
  11. Brindis y agradecimiento por los alferados.
  12. Tradicional Akulli de coca.
  13. Rezo de despedida hasta el próximo año.
  14. Almuerzo y merienda por la festividad.
  15. Entrega del Cargo a los nuevos alferados y compromisos de fe para el año venidero.

EL FERVOR RELIGIOSO HASTA EL PROXIMO AÑO.- Todos disfrutan del tradicional almuerzo servido. Éste consta de una entrada de caldo blanco preparado con las cabezas y las vísceras de los ovinos sacrificados para la ocasión más chuño blanco. El plato de fondo presenta la tradicional huatia de papa compis, acompañado del kankacho de cordero, ensalada y ocopa. Para asentar la comida se sirve vino y finalmente se lee el acta de entrega de cargo a los nuevos alferados que para el año 2013, queda bajo la responsabilidad de la dirección general y sus diferentes estamentos.

Así ha concluido, el presente año, la expresión de fe y devoción a la sagrada Cruz de Tukulli. Los devotos vuelven a Ayaviri con plena satisfacción, sintiendo renovados su espíritu de fe por la bendición de la Cruz, pues la festividad ha finalizado sin mayores preocupaciones y todos dicen: “Que sea en buena hora, hasta el próximo año”.
 

jueves, 10 de septiembre de 2015

HOY, MAÑANA Y SIEMPRE: “MADRE”

Mario Ramos Tacca

Si todavía tienes una madre, dale gracias a Dios por permitirte esa dicha y alegría. Acompaña tu alegría con una reflexión humana. No derroches emociones cada segundo domingo de mayo. Sé cotidianamente consecuente y hazlo con toda tu voluntad. Pues tu madre, es la persona quien escuchó tu primer llanto, te alimentó, te cuidó y compartió tu primer juego. Lo cierto es que fue la primera maestra que tuviste, tu amiga y la persona que trazó tu destino. A lo mejor, jamás puedas pagarle tanto desprendimiento, pues lo que hizo contigo, simplemente se llama: ¡Actitud humana!

Dice nuestra constitución que “la defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo  de la sociedad y del Estado”. Estas líneas intentan exaltar  a la madre como persona humana, trabajadora y mujer esforzada. A través de esta premisa es necesario observar su respeto y dignidad socio-económica desde distintos puntos de vista.

Veamos. Según los informes de Desarrollo Humano, en el Perú, para abril del 2004, el 52% de la población era pobre (40.3% en la zona urbana y 73.6% en la zona rural). De este porcentaje el 20.7% se encontraba en pobreza extrema y el 31.5% era pobre no extremo. Ésta afecta sobre todo a la zona rural (42.5%) frente a la urbana (8.9%).

De acuerdo al este informe, solo el 58.9% tiene un ingreso familiar mayor a la canasta alimentaria (S/. 114.00 soles mensuales per cápita). El 27% de mujeres entre los 20 y 29 años a nivel nacional se encuentra desempleada. En el ámbito rural a nivel nacional, el 7% de mujeres no cuenta con un empleo. A nivel nacional, por la forma de remuneración que perciben las mujeres, el 68.2% de trabajadoras percibe solamente dinero. A un 8.7% le pagan en dinero y especie, al 1.5% solo le pagan en especie, y al 21.6% no le pagan.

A nivel nacional, el 27.8% de la PEA tiene un empleo adecuado en horas e ingresos (entre los 25 y 64 años). El 23.8% de la población es aportante o jubilada (de 65 a más años de edad).

El porcentaje de mujeres de 15 y más años de edad que no tienen nivel educativo o solo tienen estudios iniciales es del 12.4%. El 30.9% tiene estudios primarios, mientras que el 37.1% tiene estudios secundarios. El 10.2% tiene estudios superiores no universitarios. El 9.4% tiene estudios universitarios. (Fuente: INEI, 2005)

Al ver estas cifras, uno concluye que, la situación de la mujer en el país no ha mejorado a la fecha. El grueso de la población femenina rural, aún permanece excluida de educación, de oportunidades laborales y de acceso a servicios básicos.

El gobierno de Ollanta, que hoy funge de reivindicador: habla de inclusión social. Yo, en particular, no creo en ese verbo, pues considero que ello no constituye un punto de apoyo para resolver las tremendas brechas sociales que excluyen no sólo a las mujeres.

Humanamente pensando, en la actualidad, a nadie ya se le permite pasar la valla de la inclusión sino tiene un cierto nivel de instrucción requerido por una sociedad meritocrática. Tampoco veo que los Programas Sociales como Pensión 65, sea el mecanismo incluyente para la mujer de la tercera edad, puesto que la Ley presenta muchos obstáculos que no permiten acceder a tal beneficio con criterios democráticos.
En consecuencia, los derechos ciudadanos de las mujeres rurales siguen siendo postergados.

Todo homenaje dedicado a la madre muestra un trato diferenciado de acuerdo al estatus socio-económico en la que cada una se ubica. Muchas, en esta fecha, recibirán pomposos homenajes, mientras otras, simplemente recibirán la indiferencia de una sociedad deshumanizada, sumida en el egocentrismo y el individualismo exacerbados.

Algunas, mostrando un nivel de vida poco comparable con la que llevaba la vieja Pelagia Vlasov en “La Madre” de Gorki, sumida en la miseria, sufriendo el silencio y el olvido de la propia sociedad a la que pertenecía. Pero a pesar de las adversidades que le tocó vivir, la madre no desmayó y luchó diariamente para sacar adelante a su progenie.


“Amar a la humanidad, servirle. He aquí mi religión y mi vida” decía Flora Tristán en “Peregrinaciones de un paria” cuando se refería a la tarea que toda mujer debe asumir cuando se trata de buscar el bien común. No seamos indiferentes frente a nadie, todos somos iguales ante la ley, nadie debe ser discriminado por motivo alguno. Creo el mensaje es claro.


En fin, la condición de la mujer como ser biológico, no hace que distinga clases sociales ni económicas. Sea cual fuere su estatus, siempre seguirá siendo la persona indispensable para la continuidad de nuestra especie y ser inteligente con una fuerza moral incomparable.

¡FELIZ DÍA MADRE PERUANA!

miércoles, 9 de septiembre de 2015

PARANGONANDO EL PERÚ DE HOY CON “AGUA” DE JOSÉ MARÍA ARGUEDAS



Escribe: Mario Ramos Tacca


Al releer “Agua” de José María Arguedas, se me vino a la mente el tema de la problemática por el agua en el Perú. Debido a la ola de conflictos sociales que estos días vive el país, no se me ocurrió mejor idea que escribir una parodia de opinión sobre el problema socioambiental y económico que viene acaparando la atención de todos en el país.

  “Agua” es uno de los primeros cuentos escritos por JMA en 1933. En él, Arguedas, describe el conflicto por el agua en el que se ven enfrentados los pobladores de San Juan, T’inki y otros poblados contra los “principales” del lugar.

Don Braulio Félix, es el “principal” que posee potestad indiscutible sobre la distribución del agua a los comuneros en San Juan. Don Vilkas y don Inocencio son sus humildes lugartenientes. Pantacha, es el indio que lucha contra el atropello de este grupo de “principales”. Don Pascual y don Wallpa son amigos de Pantacha y se alían con él para hacer sentir su voz de protesta frente a la perversidad con la que actúa Braulio. Ernesto es el coprotagonista de la historia que en la parte final del cuento toma venganza sobre la muerte de Pantacha y el encarcelamiento de sus seguidores. En resumidas cuentas, esta es la historia sobre la cual gira la trama argumental del cuento.

Parangonando con los gobernantes y personajes de la política en el país, el tirano, abusivo y explotador Braulio Félix, es el reflejo de Ollanta Humala, don Vilkas representa al ministro Valdés, don Inocencio representa a Manuel Pulgar Vidal, Pantacha es Gregorio Santos, don Pascual sería el dirigente Wilfredo Saavedra y Ernesto representa a Marco Arana. San Juan es Cajamarca y T’inki es Celendín ubicado en las alturas de Cajamarca, donde se desarrolla el proyecto minero Conga.

Observando la realidad del Perú actual, esta divergencia parece no haber cambiado en nada. El meollo del conflicto, sigue siendo el agua. Y el enfrentamiento de políticos, autoridades y campesinos sigue su mismo cause.

Si a mí me tocara hacer el papel de uno de estos personajes del cuento, yo pensaría igual que Pantacha: “Agua, niño Ernesto. No hay pues agua. San Juan se va a morir porque don Braulio hace dar agua a unos y a otros los odia” y remataría diciendo: “¡Principales para robar nomás son, para reunir plata, haciendo llorar a gente grande como a criaturas! En fin, parodiar los extensos diálogos de los personajes sería motivo de otro escrito. Sin embargo, se concluye que el agua es un recurso tan vital para nuestra existencia y lo primero que se debe hacer es cuidarla y utilizarla racionalmente antes de contaminarla y agotarla en nombre del desarrollo como actualmente está ocurriendo en Celendín.
 
Agua y minería son la manzana de la discordia, lo que hace concluir que en años de explotación minera, la situación socio-económica de los pobladores de las zonas afectadas, poco o nada ha cambiado; el canon minero no ha mejorado el estatus de vida del poblador cajamarquino. Cajamarca, sigue ubicada entre las diez regiones más pobres del país con cifras alarmantes de exclusión y subdesarrollo. Los estándares y la calidad de vida  de sus habitantes son los peores del país.

Alguien dirá, pero ¿qué tipo de desarrollo puede impulsarse en Cajamarca, fuera de la minería? Creo que existen otras formas de promover economía en estos lugares: por ejemplo, fortalecer el rubro agropecuario como uno de los factores más sostenibles de su desarrollo regional, puede ser una alternativa viable.

Los gobernantes, no solo deben pensar en satisfacer obedientemente el apetito voraz de la inversión privada extranjera. Se trata de evitar que se siga cometiendo desastres ecológicos en las zonas, principalmente con el agua. Es más, si el pueblo reclama su derecho a vivir en condiciones favorables y armoniosas con su medio, es por que exige respeto de su medio ambiente. Entendamos de una buena vez, que como ser humano, el hombre es parte de la naturaleza y su convivencia sobre ella es de data ancestral.

Como andino, creo decididamente en esta compleja relación hombre-naturaleza. No comparto la idea de degradar nuestro hábitat en nombre del desarrollo económico. Cada vez, me inclino a pensar que simplemente se trata de un tema de justicia extrema, tal y conforme lo reclamaban los personajes del cuento de Arguedas.

Es tiempo de que el presidente Humala, se quite la venda de los ojos y mire de frente la realidad y gobierne el país con razones políticas y económicas sostenibles.

Todos estamos del lado de que pronto cesen los lamentables hechos ocurridos, no solo en Cajamarca, sino en Espinar, Chumbivilcas, Puno, Arequipa, Parinacochas (Ayacucho) y otros. No se trata de reprimir al pueblo a punta de bala y cárcel e imponer el poder irracional como lo hizo don Braulio en el cuento, se trata de reconocer el derecho consuetudinario del pueblo. Derecho a la convivencia digna hombre-naturaleza y a la explotación racional de sus recursos, sin poner en riesgo la integridad y la salud de los pobladores rurales del Perú profundo. El pueblo con su sabiduría ancestral, está reclamando su justo derecho a defender la vida, a desenvolverse y desarrollarse en un espacio saludable como fue práctica común desde tiempos milenarios.

Pónganse, de una vez por todas, a funcionar razonablemente esos brillantes cerebros que gobiernan el país en la actualidad. No esperemos que el pueblo convertido en Ernesto, reaccione antagónicamente y haga sangrar las venas de los “principales” que solo piensan acumular capital y capital a cualquier costo. Busquemos el bien común procurando que estas poblaciones soberanas sirvan como base para construir una sociedad justa y armoniosa. Que se garantice el aprovechamiento responsable y planificado de sus recursos naturales, así como la conservación del medio ambiente, para el bienestar de las generaciones actuales y futuras.
                 
Finalmente, creo necesario compartir el contenido de un correo electrónico que hace días leí. Se trata de una carta escrita en el año 2070. Su lectura me causa profunda preocupación y reflexión sobre lo que se viene si el líquido elemento se agota en el planeta. Considerando que agua es vida, en un futuro no muy lejano, a lo mejor, nada podamos hacer para revertir nuestra condición de especie en extinción; cuando nos preguntemos ¿qué va a ser de nosotros cuando nos demos cuenta que hemos degradado irreversiblemente el planeta?
 

lunes, 7 de septiembre de 2015

AGOSTO: MES DE LA FERTILIDAD Y EL MATRIMONIO

Escribe: Mario Ramos Tacca

La vida en pareja es un comportamiento característico e inherente a la condición humana. Desde tiempos prístinos vivimos predeterminados para llevar una convivencia sentimental y armoniosa unida a la persona del sexo opuesto para construir una familia dentro de la sociedad. Pero ¿por qué buscamos convivir en pareja? La respuesta tal vez la encontremos en los anales de nuestra propia historia.

No es menos cierto aseverar que la concepción de la felicidad y la realización de objetivos y proyectos comunes en pareja son los que nos llevan a unirnos a otra persona. Sea cual fuere nuestra condición económica y social, este comportamiento no permite eludir la imperiosa necesidad de concebir la idea de velar por la continuidad de nuestra especie.

Sentir amor por nuestra especie es saber que el amor es la manifestación sensible del hombre que funciona como vínculo vertebrador en la humanidad. Sabemos que ese vínculo ha tomado diversos matices culturales en el contexto del hombre durante su desarrollo. En nuestro medio, la realidad es muy variada cuando hablamos de la vida en pareja. Es nuestra cultura y raza prehispánicas en confluencia con la cultura occidental las que nos han heredado una serie de manifestaciones idiosincrásicas que caracterizan la vida del peruano actual.

Hoy, nuestras costumbres matrimoniales son el resultado de esa simbiosis viviente que nos ha convertido en sujetos de raigambre intercultural con raíces andinas. Y hablando de las formalizaciones, esta práctica tiene su final feliz con el sello del compromiso consuetudinario, legal y religioso dentro de la sociedad.

Haciendo una breve retrospección del caso, en el incario la designación de la pareja se dejaba bajo la determinación del Inca. Nadie estaba facultado de poseer y elegir pareja hasta la edad de alrededor de treinta años. Todo marchaba bajo los designios del emperador quien era el encargado de distribuir las mujeres vírgenes a los varones en edad matrimonial. Entendemos que sus usos y prácticas fueron totalmente distintos a las actuales. Guaman Poma de Ayala nos alcanza una descripción detallada en su “Nueva Corónica y Buen Gobierno”. No obstante, no está demás añadir que cualquier exceso o libertinaje de la vida en pareja después de la formalización, estaba drásticamente sancionado por la sociedad quechua de entonces.

Del legado ancestral para nuestro contexto, una clara muestra en nuestros tiempos actuales: sobre el amor, la petición de la mano, el concubinato y el matrimonio nos lo explica José N. Beltrán, quien en su libro “Estampas Indias” relata los procedimientos del concubinato a través del cual se materializa dicha manifestación de amor eterno. Habla sobre los inicios y amoríos que la p’asña (la joven) y el maqt’a (el joven) inician, hasta llegar al momento del tapukuy (pedido de mano), pasando por el riqsinakuy (convivencia preparatoria) y terminar en el sarat’akuy (matrimonio) que son manifestaciones idiosincrásicas propias del mundo andino y que concluye con el matrimonio civil y el religioso celebrado para sellar la unión frente a Dios.

Asimismo, Mercedes Bueno Morales y Walter Tapia Bueno, en la “Monografía de la Provincia de Ayaviri de Melgar” nos habla sobre las costumbres practicadas por el poblador melgarino durante el mes de agosto. Ellos consideran este mes como el mes de la Pachamama además de considerarlo q’uñi killa (mes caliente) que es el mes propiciatorio para el amor y estrechar esos lazos que finalizan con el matrimonio religioso y civil. Es más, según estos autores los actos rituales empieza con el q’uymi (pago a la tierra), la t’inka y la ch’alla (celebración con vino) que es propicio además para llevar a cabo los wasichakuy (construcción de la casa)  y el rutuchi (corte de pelo a niños). En fin, agosto es tiempo del despliegue de una serie de actos rituales tradicionales que a nivel de la agricultura inicia con la rotura o remoción de la tierra, el que sirve para prepararla pensando en la próxima siembra. Esta es la motivación por la cual surge la relación analógica que compara a la
mujer con la madre tierra y su fertilidad.

Con una visión más detallada del tema, José María Arguedas, en su libro “Indios, mestizos y señores” nos dice que estos actos rituales del matrimonio entre los indígenas del Perú, inicia con el rimaykukuy, pasando por la etapa de la prueba, el segundo rimaykukuy, el matrimonio, la cadena y el sortija lluch’uy que por cierto son expresiones idiosincrásicas del Perú profundo observadas en las provincias altas del Cuzco. Sin embargo, de acuerdo a la tradición andina, los valores relevantes como la honra perpetua entre varón y mujer, la colaboración solidaria incondicional de familiares y amigos hacia la nueva familia con animales, dinero y/o productos, así como las ofrendas de buen augurio conforman lo que ellos conocen con el nombre de “capital cimiento” que sirve de base para seguir construyendo más prosperidad para la familia que pronto crecerá.  

Quizá, la consecución de estos actos que finalizan con la unión eterna de la pareja que busca la felicidad plena con base en el amor, sea la manifestación más evidente utilizada para recuperar estos sentimientos idiosincrásicos tradicionales, pues los considero actos puros y honestos de todos cuantos existen en la actualidad.

No yendo lejos, nuestros matrimonios actuales se han convertido en una especie de empresa comercial de mutuo acuerdo. Donde predomina la filosofía del homo económicus con ideales de posesión material indiscriminada. Los sentimientos de amor y felicidad son desplazados a un segundo plano o son escasos en este sentido. Es el interés material y no humano el que se superpone sobre los verdaderos sentimientos del hombre. Es derroche de pompa y vanidad. Frente a ello, tal vez sea tiempo de mirar atrás y recuperar el verdadero sentido del matrimonio cuyo componente idiosincrásico subyace la vida en pareja.


viernes, 8 de mayo de 2015

“APUNTES DE MEDICINA” DE DANIEL MAYHUA QUISPE



Mario Ramos Tacca


¿Ha sido acaso la ciencia médica el conocimiento que garantizó la supervivencia del hombre hasta nuestros días? Aseverando, quizá se trata del conocimiento más extraordinario que el hombre ha desarrollado desde tiempos remotos. Fueron muchos los pueblos y culturas prehispánicas que perfeccionaron su práctica en las formas primigenias del curanderismo y otros.

El Perú que es cuna de culturas que desarrollaron un alto conocimiento en medicina, un referente inmediato es la medicina tradicional practicada por los antiguos peruanos en su vasto territorio. Procedimientos que valiéndose de un conocimiento pragmático puso en práctica una serie de métodos eficientes para sanar a sus pacientes: ejemplos palpables de ello, son las prácticas curativas que hasta el día de hoy superviven entre los habitantes de la costa, sierra y selva peruanas.

Es más, los habitantes precolombinos fueron expertos médicos que habiendo rebasado el concepto de la chamanería y el curanderismo, aplicaron métodos más complejos en la curación, llegando a prácticas muy sofisticadas de intervención quirúrgica, tal como lo demuestran las trepanaciones craneanas realizadas por los paracas y posteriormente los incas en el Tahuantinsuyo.

Gracias al “Hampikamayuq”, personaje superdotado, sabio conocedor de los secretos de las plantas y experto manipulador de los fenómenos de la naturaleza y los acontecimientos del cosmos; los hombres del Tahuantinsuyo gozaban de un estado de salubridad envidiable que se agravó con la llegada de los españoles a nuestro territorio.

En esa línea, no puedo dejar de considerar el presente trabajo de investigación como un valiosos aporte para el mejor conocimiento de la historia médica en el Perú y en Puno. Su autor con una singular perspicacia ha auscultado rigurosamente fuentes bibliográficas y ha volcado mucho de su propio bagaje profesional en la elaboración de este opúsculo. Considero que es un merecido homenaje a la medicina peruana, vista desde la óptica andina; en el que sus protagonistas no dejan de vincularse a la ciencia médica con trabajos que han coadyuvado a superar los tremendos problemas de salubridad en el mundo y consecuentemente en nuestro altiplano puneño.

En ese sentido, el texto aborda temas de la medicina y su avance a través de la historia; en particular, me llama la atención el capítulo sobre la guerra bacteriológica y la historia de las vacunas en el mundo. La incursión de las enfermedades en el Perú y su tratamiento. En medio de ello, no podía faltar el aporte de los médicos Manuel Núñez Butrón y David Frisancho Pineda, dos íconos de la medicina puneña y los aportes de cada uno en el campo de la misma.       

En el tercer capítulo, se puede leer un compendio de conceptos médicos y clínicos muy útiles para el tratamiento de epidemias y pandemias con la ayuda de las vacunas. El último capítulo trae información relevante sobre las enfermedades inmunoprevenibles en la etapa infantil, su sintomatología y profilaxis correspondiente.

Finalmente, es de grata satisfacción presentar al público lector, a estudiantes, investigadores, académicos e intelectuales el presente trabajo de investigación que es un aporte a la ciencia y cultura melgarina y puneña.

 

sábado, 28 de marzo de 2015

“ESTACIONES DEL VIENTO” DE JUAN-CIRO GOYZUETA MENDIGURI



Mario Ramos Tacca

El 12 de marzo de 2014, se desarrolló en los amplios salones del Club Social “Ayaviri”, la Quinta Jornada: “Pueblo y Cultura” organizado por la Asociación “Alborada Andina” de Ayaviri, en el Marco del Bicentenario de la Batalla de Umachiri. En esa ocasión, se pudo apreciar el homenaje póstumo del poeta Reynerio Mogrovejo Núñez, la entrega de la Revista Intercultural de Artes, Letras y Ciencias “Alborada Andina” N° 10, la presentación del libro Mariano Melgar: “Primer Inspirador Romántico en el Mundo” de Samuel Álvarez Enríquez y Walter Calcina Arpi, así como la presentación de la última novela escrita por Juan-Ciro Goyzueta Mendiguri “Estaciones del Viento” editada por la Universidad Nacional del Altiplano-Puno.

Aquí, presento un breve resumen del contenido de la novela narrada en primera y segunda persona. Contiene 143 páginas dividida en quince capítulos cortos. Se inscribe dentro del realismo mágico maravilloso, ambientada en el distrito de Umachiri, provincia de Melgar, Puno.



CAPITULO I: EL ESTIGMA DE LA MALDICIÓN



El autor, inicia la narración describiendo los quince kilómetros de distancia que significa el recorrido que va desde Ayaviri hasta la escuela de Paylla en Umachiri, pasando por la extraña casona de la hacienda abandonada. A través de la historia, el narrador nos presenta a un conjunto de personajes que en adelante serán los protagonista y antagonistas de la novela. Entre ellos: la madre del narrador personaje que es la maestra de escuela, el hermano mayor, las dos hermanas menores y una prima huérfana de padres, llamada, Chepita, acompañados por los pongos, Panchico y su compañera, Julia, encargada de la cocina.

El estigma de la maldición, se refiere a las huellas del pasado que trató de gamonales, de esos que aprovechando el poder y del dinero y el tinterillaje, se apoderaron de las tierras de la comunidad. ¿Pero qué había sucedido realmente? ¿Por qué esa inmensa casona en ruinas? Los techos devorados por el fuego y nadie se atrevía a ocuparlos, ¿y qué relación tenía con Chepita? ¿Quiénes eran sus padres y por qué solo ella sobrevivió? Son algunas preguntas del personaje.

CAPITULO II: LOS SOLDADOS DEL MAL

Una vez instalados, la maestra y sus hijos, en los precarios ambientes de la escuela unidocente de Paylla. Por la noche se oyen aullidos lejanos. Así, empieza el concierto satánico con el aullido de seis o siete perros. Era la incursión de las almas endemoniadas en la escuela, buscando a Chepita, la niña de 8 años. La Maestra, elevando la mirada ante el Cristo le dijo: “¡Jesús, Dios mío, protégela! Que no vaya con esas almas condenadas”

CAPITULO III: EL ÚLTIMO SER SEÑALADO

Es temporada de matrículas en la escuela. Los comuneros se acercan a la escuela con sus hijos en edad escolar. También se aprecia la llegada del “Llakiysipi” que viene del lado de Tucucita, personaje alto, esbelto y delgado que andaba cojeando del pie derecho y venía buscando a Chepita, la niña señalada, quien ha heredado muchos enemigos, pues, es hija del demonio César Pacheco. La maldad vive en ella.
El niño (de trece años) al oír el diálogo del hombre y la Maestra, quien dice que Chepita estaba en peligro, apunta con un arma al misterioso hombre en son de protección a su madre y a la niña. El hombre voltea y con un gesto despectivo le dice:
-Misticha, ¿no ves que está descargada?
El niño es reprendido por su madre.

CAPITULO IV: LA VISITA A LA RESIDENCIA DEL MAL

Busca un pretexto, el niño, para ir al caserón maldito junto a su hermano mayor Ladislao y Panchico, salen diciendo que irán a cazar patos y chorlitos. Al llegar al lugar, observan los ambientes de la casona, con esqueletos, y exploran más. Sobre el umbral de la puerta principal ven una inmensa lechuza, el niño intuye que es “qencha” ave de malaguero, deciden dispararle y cae; pero cuando quieren recogerlo, no hay ni rastros del ave. Ha desaparecido misteriosamente. El pavor se apodera de todos y salen espantados del lugar.

CAPITULO V: HERENCIA MALDITA
Presentando y comentando la novela "Estaciones del Viento"

El cura Palomino de Llalli recibe como herencia una hacienda a cierta distancia del pueblo de Umachiri. Su hijo se llamó, Cesar, con apellido Pacheco que pasaba como su sobrino. Este chico estudió en Arequipa, pero volvió a Ayaviri, pasó a vivir en la hacienda. César Pacheco, cometió una serie de faltas, agresiones y atropellos a los comuneros que organizados pensaban en actos secretos y reivindicativos con el apoyo de Vicente Ccoa, varayuj de la comunidad. Doña Ernestina es la madre de César Pacheco, mujer de extraños actos y formas de vida.

CAPITULO VI: EL RAPTO DE JOSEFINA

Don César, raptó a Josefina, hija de Don Emilio Mendizabal Medina y se la llevó a la fuerza a su hacienda, la recluyó allí. Emilio, acompañado de sus 3 hijos y Don Gregorio Gonzales, emprendieron el rescate, enfrentándose a balazos a la gente de César Pacheco, quien es herido en la mejilla derecha por Emilio. El enfrentamiento cesa allí y el grupo de Emilio vuelve. Recibe apoyo de Vicente Ccoa Chahuasoncco, varayuj. Aparece un falso matrimonio entre Josefina y César como argucia de los abogados.
CAPITULO VII: LA HIJA DEL MAL Y DEL BIEN

Nace la hija de César y Josefina, atendido por el doctor Delgado, el mejor médico de Ayaviri junto a Doña Luchita Chavez, obstetriz. Se organizan fiestas y juegos en nombre de la nacida, pensando que sería varón como deseaba, César. Luchita, le dice a Doña Ernestina, si quería ver a su nieta.
-No, hija, hoy es martes: mal día, mal día, contestó.

CAPITULO VIII: EL TUNEL DE LA ESPERANZA

El carácter brutal se hacía más agresivo en César, debido a ello, su madre Doña Ernestina sostiene varias discusiones con su hijo, lo cual desata la furia de César y luego de agresiones imperdonables, termina cerrando a su madre en su habitación junto a sus perros que la defendían, para que mueran de hambre. Eso no ocurrió, pues los perros a través de un hueco habían logrado salir hacia la cocina y con la complicidad de Doña Natividad, la cocinera y Delia, su hija; los alimentaban y enviaban alimento   en secreto a Doña Ernestina. Este gesto provocó la alegría de Josefina quien le escribe una alentadora carta a su suegra, comprometiéndose a atender sus necesidades muy urgentes.

CAPITULO IX: EL GRITO DE LOS OPRIMIDOS

Hastiados por los abusos y desmanes del patrón. Don Vicente Ccoa, luego del primer enfrentamiento de rescate contra César Pacheco, venía planeando secretamente una incursión de venganza a la hacienda del patrón. Al puro estilo de “Fuente Ovejuna” organizó a los ayllus recolectando leña, “canlla” y otros para incendiar la hacienda. La hija de Josefina es la única que logra salvarse con el apoyo de su madre, escapando por el hueco abierto por los perros. Ella tenía una nota amarrada al cuello para ser salvada por su prima, la profesora de Paylla. Todos mueren calcinados.   

CAPITULO X: EL LLAMADO DEL LA SANGRE Y LA LUCHA DEL LAYCCA

En este capítulo, el narrador haciendo uso de la técnica “in media res”, retorna al inicio de la historia. Es marzo y la profesora vuelve a su escuela. En el camino se encuentra con una niña cubierta por una manta negra. Es Chepita, la única que se ha salvado del incendio. La profesora la reconoce como su sobrina y lee la carta que tiene colgada en el cuello: le solicita cuidado, protección y educación para la niña. Los comuneros llaman a Don Toribio, brujo de Macarí, para exorcizar el lugar. Consigue perros y los enfrenta a los perros condenados, fracasa y termina demente. Aparece el alma de una mujer (Ernestina) lo ahuyenta.
Chepita tiene ocho años y su tía decide llevarla a estudiar a la escuela de Paylla.  

CAPITULO XI: EL RETORNO A LA CASONA Y LA CURA DEL PACCO

Aquí el narrador protagonista retoma su rol y cuenta la historia de cómo volvieron el día en que con el cuento de la caza se fueron a explorar y matar a los condenados del caserío incendiado. Al volver, las consecuencias aparecen. Los chicos sufren de pesadillas y alucinaciones. Llaman al “pacco” Lupico, quien les hace el llamado de ánimo con ceremonias de curación con cuy negro y golosinas. La “huataja” debía ser arrojado a un camino lejano, pues, finalmente había logrado curarles para alegría de la madre.

CAPITULO XII: LA FIESTA DE MACARIMAYU Y LA TUMBA DE LOS HÉROES

Don Rosendo Medina, el compadre de la docente, Agripina Mendizabal, era padrino de Ruffo, el menor de sus hijos. Llegó a la escuela para invitar a su comadre a la fiesta de Macarimayu que este año tenía como alferado principal de la corrida de toros a Don Rosendo. Luego de muchas exigencias logra convencer a la comadre para asistir junto a los niños a la fiesta; celebrada cada 18 de marzo. Rosendo Medina, tenía como esposa a Doña Emiliana Navarro. El cura Tupayachi de Cupi celebra la misa en la Capilla de Macarimayu. Se hace una descripción del lugar, de sus usos y costumbres, entre ellos, un hecho histórico: La Batalla de Umachiri, donde fue derrotado Mateo Pumacahua y fusilado el poeta arequipeño Mariano Melgar. Es más, también se alude a los cuerpos que allí se hallan como el cacique de Umachiri Bernardo Sucacahua, el coronel tirapateño Dianderas y la fosa donde se degollaron a muchos campesinos. Por la tarde, la profesora vuelve a la escuela.    

CAPITULO XIII: DOS RETORNOS Y UN SOLO DESTINO

La Maestra y sus niños vuelven a la escuela. Oscurece y en el camino son perseguidos por los perros endemoniados de la hacienda de César Pacheco. Huyen hacia la escuela donde, Julia, los espera. Cuando se reponen del cansancio notan que falta Chepita y Panchico. Los buscan y no los ubican. Llaman a los comuneros, ellos, asisten acompañados de Vicente Ccoa y el “pacco” Lupico; se engrosa el grupo y salen a la búsqueda, encuentran únicamente a Panchico tiritando de miedo con signos de haber perdido la razón. Fueron hasta la hacienda y no encontraron rastros de Chepita y vuelven a la escuela. Al día siguiente aparece el “Llakiysipi” y emplaza a la profesora y la obliga a decir la verdad: que Chepita era hija de César Pacheco y que el mal vivía en ella. Debe ser sacrificada para exterminar el mal del pueblo. Haciendo esa invocación desaparece cuando siete cóndores sobrevuelan el cielo y los comuneros desean que se interprete la señal.
De otro lado, en este capítulo, las autoridades pretenden hacer justicia ante los actos en el que muere César Pacheco.   

CAPITULO XIV: EL TRÁNSITO DE LOS DIOSES

Ha pasado mucho tiempo. Chepita, se encuentra frente a la escuela buscando a su tía, le dice que está bien bajo el cuidado de su abuela, que no se preocupe. Al poco tiempo, al ver que el ambiente se tornaba complicado, la profesora, decide pedir su traslado. Luego de diez años la hacienda de Pacheco se reconstruye y se arma una fiesta de tres días con presencia de autoridades, abogados y amigos de Umachiri y Llalli. El despenador presiente que habrá muerte viendo la casa. Chepita ya es una muchacha atractiva que enamora con el juez Eduardo Macedo, conocido por sus buenas dotes de cazador. Vicente Ccoa, sueña con un venado que le habla, le advierte peligro y desaparece. Cuando el despenador se dirige a la casa de Vicente, un disparo repentino le atraviesa el corazón, matándolo. El juez Macedo estaba seguro de haberle disparado a un venado; pero cuando lo ven de cerca, se trata de un hombre. Intentan esconder el crimen frente a la policía y deciden enterrarlo, pero cuando vuelven, el cuerpo no está, ha desaparecido. Buscan y no encuentra rastros. Solo notan que del cielo caen gotas de sangre en la cara, cuando elevan la vista, un cóndor (Wamani) se eleva en círculos hacia el infinito. -“Esto es brujería, hay que matar a esos indios” ordena el capitán.
    
CAPITULO XV: LAS HERENCIAS Y LAS ESTACIONES DEL VIENTO

La historia se repite. Los abusos a los comuneros vuelve. Vicente Ccoa es capturado y encarcelado en Ayaviri, pide que lo jefes de los ayllus sean liberados y las autoridades acceden. En Ayaviri, Vicente es interrogado; luego despojado de sus bienes, sufrió castigos inhumanos hasta ser golpeado cruelmente; fueron veinte años de prisión. Las autoridades consiguen una jugosa indemnización en favor de la heredera de Pacheco. Se avecinan tiempos distintos. En medio de la opulencia de la hacienda se escuchan rumores de la Reforma Agraria, pero los hacendados se organizan estratégicamente junto a sus aliados: el Estado, el poder judicial y la iglesia. En otros pasajes se hace un elogio a la cosmovisión de las comunidades.
En la parte final de la novela, Josefina Pacheco, descapitaliza la hacienda e invierte su dinero en la capital. Gracias a las truculencias de Josefina con la comunidad, Vicente Ccoa sale de la cárcel y vuelve a Paylla, donde retoma el mando familiar. Allí, reflexiona sobre la situación del hombre de la comunidad. Entre tanto, se ve a Josefina algo afectada por el nuevo régimen agrario. Vicente, siente la visita del espíritu del “Llakiysipiq”, termina sintiendo una tremenda nostalgia por el futuro que le espera al poblador del ande. Finaliza, dejando un mensaje a sus herederos: ¡Es hora de organizarse!  


EJES TEMATICOS

1. Enfrentamiento del comunero y la clase opresora, explotadora y abusiva, representado por César Pacheco y sus herederos.
2. La traición, los antivalores de los mistis y sus autoridades frente a los valores de los comuneros del ande.
3. Los riesgos de la modernidad y la tecnología en contra de las costumbres de la comunidad.