Mi frase rectora

"Sabemos lo que somos, pero no lo que podemos llegar a ser"
William Shakespeare

domingo, 15 de julio de 2012

EL QUECHUA: LENGUA INSTRUMENTAL DE LA EDUCACIÓN EN EL MARCO DE UNA EDUCACIÓN INTERCULTURAL BILINGÜE


Han transcurrido, poco más de cuatro décadas desde que la oficialización del quechua se dio en el país por Ley 21156. La tan esperada ley estipulaba entre sus considerandos reconocer al quechua como legado ancestral de la cultura peruana y que desde entonces el deber del estado no sería sino preservarlo por ser medio natural de comunicación de gran parte de habitantes en el país; y que además serviría como instrumento de unificación nacional. Lo que a partir de 1976 su enseñanza sería obligatoria en todos los niveles de educación de la República.
En pleno siglo XXI nos preguntamos ¿Si se cumplió tal cometido? A nuestro modo de ver, ocurrió y ocurre sólo a nivel meramente declarativo, excepto los Proyectos Pioneros de Educación Bilingüe Intercultural impulsados con anterioridad por instituciones no necesariamente gubernamentales en nuestra región.
Por cierto, este hecho trascendental para los intereses de una vasta población quechuahablante monolingüe o bilingüe con grado de dominio (incipiente, subordinado o coordinado). Obligó al gobierno de turno a firmar y establecer convenios con Fundaciones y Cooperaciones Extranjeras con el propósito de que éstas continúen con mayor énfasis la aplicación de los Proyectos EBI; utilizando las lenguas vernáculas oficializadas llámense éstas: quechua, aimara o las lenguas amazónicas en los fines de la reformada educación peruana de entonces.
Es claro, pues, que con todos estos antecedentes el quechua debería gozar, actualmente, del magnífico estatus de lengua oficial al igual que el español y como tal de las prerrogativas que confiere el sistema para su uso en la educación.
Tal vez, en ese contexto, siga siendo necesario continuar exponiendo los fundamentos acerca de las bondades que desde distintos puntos de vista ofrece la lengua quechua para llevar adelante una educación contextualizada y pertinente acorde con las necesidades de las poblaciones marginadas.
Inés Pozzi-Escot, por ejemplo, refiriéndose a la importancia del quechua dice: “Es la primera lengua vernácula en importancia y en número de hablantes en el territorio peruano”. Del mismo modo, asevera: “no existe mayor ni mejor quechua, sino más bien; todas las variedades tienen el mismo valor y son igualmente eficaces como medio de comunicación”.
De otro lado, Hurtado de Mendoza Santander, abordando las funciones que el quechua desempeña en el plano de la educación informal; asegura que éste es un instrumento de transmisión de los valores ancestrales y del anclaje de la identidad cultural; lengua que identifica a las poblaciones vernáculohablantes sometidos política y socialmente por otro grupo de habla diferente, si en términos diglósicos hablamos.
No obstante, las constantes olas de discriminación sociolingüística a las que se destina a esta lengua y a sus hablantes; la UNESCO, recomienda su uso y la propone como motivo para la Educación Intercultural Bilingüe.
Utta Von Gleich, desde la perspectiva psicopedagógica plantea que la lengua quechua para el vernáculohablante se constituye en el medio natural de expresión; asimismo tiene para él un alto valor emocional, además que es el medio de integración a su cultura y a su comunidad, Por otro lado, a través de ella, el niño aprende a pensar, a plantear y proponer problemas, a expresar sus emociones y fantasías a recibir y proponer instrucciones y normas, a interiorizarse con los valores de su comunidad, a conocer su historia y a apropiarse de los saberes científicos.
En la sociedad, es el medio de identificación con los miembros de su comunidad de origen, lo que da lugar a que el educando quechuahablante aprenda más rápido a través de su lengua materna que a través de una lengua que no le es familiar.
En ese entender, todos los especialistas en el campo de la psicopedagogía bilingüe coinciden en señalar que la enseñanza y la educación sólo pueden tener éxito si se garantiza el entendimiento entre alumnos y maestros. Debido a que este entendimiento se realiza esencialmente a través de la lengua como medio y que no hay ninguna razón para dudar de que la mejor garantía para el éxito de la actividad educativa; es el emplear como medio de comprensión de los contenidos curriculares la lengua que el niño domina mejor al ingresar a la escuela.
Todo este cometido, llevará a que el educando desarrolle adecuadamente los vínculos específicos para el aprendizaje de la segunda lengua (L2) y que no se produzca en él perturbaciones psicológicas.
En consecuencia, tomando como puntos de referencia la recomendación de la UNESCO y la consiguiente oficialización del quechua dentro del sistema educativo peruano; en adelante, el propósito incidirá en perfilar nuestro punto de vista hacia el uso eficaz del quechua en el marco de una Educación Intercultural Bilingüe EIB; partiendo de un principio fundamental que sugiere la continua utilización del mismo como lengua instrumental de la educación intercultural a todo nivel. Una educación que esté centrada en atender las necesidades de las poblaciones quechuahablantes lingüísticamente despreciadas y socialmente discriminadas del país.
Tal vez, a esta vasta población la única forma de ofrecerles la oportunidad de reivindicarse política y socialmente, es su derecho a acceder al sistema educativo formal en igualdad de condiciones, pues, desde la perspectiva democrática: respetar y desarrollar la lengua materna de éstos en la educación constituye un efecto de por sí positivo. Al mismo tiempo, que también será de utilidad acceder al dominio del español en condiciones de absoluta equidad; procurando alcanzar la práctica de un bilingüismo aditivo que le permita ser parte de las soluciones de los grandes problemas nacionales dentro de la gran aldea global.
En todo caso, concientizar al país en el sentido de revalorar nuestro legado cultural a través de la educación debe seguir siendo un imperativo que nos toque desarrollar a todos a quienes de manera directa o indirecta tenemos que ver con la educación.
Una educación que despierte la conspicua voluntad nacional de concebir un tipo de educación de doble y múltiple sentido a la vez, educación en la que todos aprendamos a respetar a todos y también aprendamos de todos. Sin que esto nos haga olvidar que es tarea urgente y prioritaria replantear los lineamientos de nuestro sistema educativo en una práctica que nos haga más tolerantes, más abiertos, más atentos también a procurar condiciones para un diálogo plural y auténtico, no encubridor de reducidas jerarquías ocultas, sino promotora de grandes tareas educativas.              

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